Apostasía, Opresión y Engaño 3º Parte y Penúltima

07.06.2015 13:34

Primera y Segunda Parte:

1ºParte

 2ºParte 

 

Así vemos como la iglesia católica considerándose la única y habiendo rechazado la  justificación por la fe sola, es decir, debido a que carece de las marcas de la verdadera iglesia, siendo así una iglesia apóstata.

 

No solamente, dice el *Catecismo católico, están en la iglesia aquellos que están "unidos en la estructura visible... [y quienes son gobernados] por el Pontífice Romano y los obispos"(párrafo 837) sino que también están en la iglesia aquellos que "creen en Cristo y han sidodebidamente bautizados" aun cuando se encuentran "en una cierta comunión, aunque imperfecta, con la Iglesia Católica" (párrafo 838).

 

*Catecismo: En el caso de la Iglesia católica, sus catecismos se basan principalmente en la Tradición de la Iglesia interpretada a la luz del Concilio Vaticano II.

 

* Concilio Vaticano II: Se convocó con los fines principales de: Promover el desarrollo de la fe católica, lograr una renovación moral de la vida cristiana de los fieles, adaptar la disciplina eclesiástica a las necesidades y métodos de nuestro tiempo, lograr la mejor interrelación con las demás religiones, principalmente las orientales.

 

 

Aquí el Catecismo se refiere a todos los bautizados como "hermanos separados" a lo largo del mundo, incluyendo tanto a los miembros bautizados de las Iglesias Griega y Ortodoxa Rusa y los miembros bautizados de todas las iglesias Protestantes (Luteranos, Anglicanos, Reformados, etc.). Entonces, en una palabra, la Iglesia Católica Romana afirma que todas las personas bautizadas en la Cristiandad profesante pertenecen a su comunión.

 

No importa que la mayoría, al menos, de estas comuniones no-Católicas repudien está declarada asociación. Y no importa que muchos, si no es que la mayoría, de estas personas bautizadas nunca vayan a la iglesia; no importa si muchos, si no es que la mayoría de ellos, nunca den un céntimo para la propagación del verdadero evangelio y nunca oren ni por un momento por la salud de la iglesia. Ellos están, según Roma, ¡aún relacionados salvíficamente con el Pueblo de Dios y pueden ir al cielo!

 

El Catecismo llega hasta declarar que incluso "aquellos que no han recibido el Evangelio están relacionados con el Pueblo de Dios de varias maneras" (párrafo 839.) Debido a que la fe del Pueblo Judío - descrito en el Catecismo como "el primero en escuchar la Palabra de Dios" - "a diferencia de otras religiones Cristianas, es ya una respuesta a la revelación de Dios en el Antiguo Testamento" (párrafo 839)

 

Lo que es trágicamente irónico con respecto a esta enseñanza "muy perniciosa" y "detestable" de la Constitución Dogmática de la Iglesia de Roma de 1964, un documento del Concilio Vaticano Segundo, y su Catecismo de la Iglesia Católica de 1994 es que ambas declaraciones reafirman por un lado la doctrina medieval de la justificación por medio de la fe y de las obras del Concilio de Trento, y por el otro, hacen que toda la doctrina Tridentina sea irrelevante al enseñar que toda la gente sincera puede ser salva, cualquiera que sea su fe o falta de ella.

 

 

 Así que, con estas deliberaciones confesionales todo lo que la Roma moderna enseña con respecto al camino de la salvación a través de Cristo sufre un corto circuito. Francamente, ¿A quién le importará lo que Roma enseñe sobre la salvación si todos pueden ser salvos simplemente por seguir con sinceridad el bien según lo entienda en su conciencia y haga el bien?

Aparentemente, incluso los ateos profesantes sinceros que no han alcanzado un conocimiento explícito de Dios pueden ser salvos en tanto que sigan los dictados de su conciencia con sinceridad, pues al responder a la luz de la conciencia está respondiendo (sin saberlo, diría Roma) de una manera salvífica a la Iglesia de Cristo.

 

Además, y de manera bastante paradójica, pareciera ser que la mayor parte, si no es que todos, los convertidos académicos del Evangelicalismo a Roma, tales como Scott Hahn, Thomas Howard y Robert Sungenis, apelan a la Escritura para justificar su paso, pero tal apelación refleja, de conformidad con el principio de la sola escritura del Protestantismo, una interpretación privada de la Escritura, es decir, afirman que han dado su paso hacia Roma habiendo alcanzado la verdad sobre la base de su estudio privado de la Escritura, lo cual no es una afirmación liviana viniendo de gente que piensa que la interpretación bíblica ha de llevarse a cabo solamente por la iglesia.

 

 

Lo que es aquí verdaderamente irónico es que estos conversos hacen su giro hacia Roma, dicen, sobre la base de su estudio de la Biblia sin enfrentar realmente el hecho que la iglesia en la que están entrando ha eligido como dogma eclesiástico, a lo largo de los siglos, un sistema teológico que es todo excepto bíblico sino que es más bien una idolatría sistemática, llena como se encuentra de todo tipo de enseñanzas que no solamente carecen de respaldo bíblico en lo absoluto, sino que también están en total desacuerdo con la enseñanza de la Escritura.

 

 

¡El suyo es un caso en el que se cuelan los mosquitos y se tragan los camellos!

Y la razón por la cual cualquier Católico Romano desearía seguir siendo parte de tal comunión confusa - una comunión que ha traicionado a Jesucristo al hacer que la fe consciente en Su obra expiatoria llegue a ser completamente innecesaria para la salvación, una comunión donde su propia gente nunca, repito, nunca escuchó la proclamación del verdadero evangelio, una comunión que es sistemáticamente idolátrica - puede explicarse únicamente por una lamentable ignorancia de su parte de lo que la Biblia enseña y que su propia iglesia enseña es exactamente lo opuesto.

 

7 Scott McKnight, “De Wheaton a Roma: Porqué los Evangélicos se Hacen Católicos Romanos,” JETS 45/3

 

Mateo 24:24

 

24 Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos.

 

Mº de la Palabra de Evangélicos Castilla.